10 consejos para ser un auténtico gentleman
Hay hombres muy elegantes, no solamente en su forma de vestir, sino en sus modales y en su forma de relacionarse con los demás
¿Qué es un gentleman? Decálogo para ser un auténtico gentleman
Un gentleman es un hombre de aspecto elegante, de cuidados modales, de caminar distinguido, con una exquisita educación y un gusto especial por la estética.
Una persona es un auténtico gentleman, no solo lo es por su forma de vestir -como cree la mayoría de la gente-. Un hombre es un verdadero gentleman cuando además de cuidar su imagen tiene otra serie de valores que le hacen más atractivo y carismático.
10 características que debe tener una persona para ser un auténtico gentleman
1. Amabilidad. Un gentleman es una persona que se comporta con educación y con afecto hacia los demás. Que sabe tener un gesto correcto con cualquier persona. Sabe complacer a los demás de forma agradable y cordial.
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2. Elegancia. El gusto por la estética hace que un verdadero gentleman sepa qué vestir en cada momento y para cada ocasión. Sabe imprimir personalidad a su vestuario tomando de la moda, lo imprescindible, para mantener su estilo.
3. Cosmopolita. Un auténtico gentleman 'tiene mundo'. Ha viajado mucho a diferentes países del mundo, conoce otras culturas. Se mueve por cualquier lugar del mundo de forma desenvuelta. Se relaciona bien con las personas de otras culturas y creencias.
4. Nobleza. Su vida se rige por valores que tienen que ver con actuar de buena fe, sin maldad o doble intención. No necesita de un título nobiliario para tener 'nobleza'. Ejerce su nobleza en cada gesto y en cada acción de su vida. Es leal, honesto y fiel a su amigos.
5. Empatía. Conoce y sabe ponerse en el lugar del otro. Interpreta de forma acertada los sentimientos de la otra persona, actuando de forma apropiada en cada momento. Participa de forma sensible y emotiva en la realidad de la otra persona. Esta es una de las razones por las que un auténtico gentleman suele caer bien a casi todo el mundo.
6. Buen gusto. Gusto. Es una valoración personal en la forma de vestir y de lucir todo tipo de prendas y complementos; además, de ir acompañado de una forma de moverse y de actuar con gracia y buenos modales. Es una persona refinada en sus modales y en su forma de vestir. Pero no cae en la pedantería o en lo pretencioso.
7. Charme. Es una mezcla de elegancia, estilo y presencia. Si nos pidieran definir el concepto gentleman con una sola palabra, esta sería la más indicada. Porque en ella recoge, en cierta medida, todas las características de un verdadero gentleman: elegancia, estilo, personalidad, cordialidad, afabilidad, don de gentes, saber estar... es un maestro en el perfecto manejo de las habilidades sociales.
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8. Colabora, no compite. La palabra competir no forma parte de su vocabulario. No tiene adversarios o rivales, porque no compite con los demás. Su espíritu es conciliador y colaborador. Puede ser apasionado, pero no rivaliza. No está interesado en ser el mejor.
9. Objetividad. No es apasionado o subjetivo en sus comentarios o en su forma de actuar. Mantiene una neutralidad en cualquier debate o conversación sin perder su propia opinión. Es abiertamente tolerante con todo tipo de opiniones y comentarios, aunque nos los comparta.
10. Sentido del humor. Disfruta con el ingenio y con la gracia de las personas con las que se relaciona. Ahora bien, no hay que confundir el sentido del humor con hacer el idiota o comportarse como un tonto. El verdadero gentleman sabe reírse de sí mismo sin ningún temor a perder su carisma.
Resumiendo, un auténtico gentleman es aquella persona que a su paso deja un cierto aire de gracia, elegancia y saber estar.
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